Miami, 8 mar (EFE).- El Senado de Florida (EE.UU.) aprobó este martes un polémico proyecto de ley que prohíbe a los maestros hablar sobre sexualidad e identidad de género en las aulas, una medida bautizada por sus detractores como «No digas gay» que se encamina ahora al escritorio del gobernador estatal, Ron DeSantis, para su previsible firma.
El proyecto, oficialmente llamado Derechos de los padres en la educación, impide que los maestros aborden la identidad de género y la orientación sexual entre el jardín de infancia y el tercer grado.
A partir de ese grado de educación primaria ambas cuestiones serán abordadas de una forma «apropiada para la edad», según indica el texto del proyecto.
La aprobación en el Senado estatal se da luego de salir adelante el pasado mes en la Cámara Baja, ambas controladas por el Partido Republicano, y en medio del rechazo de la oposición demócrata y de los grupos a favor de los colectivos LGBTQ, quienes han realizado protestas en los últimos días contra la iniciativa.
Su autor, el congresista republicano Joe Harding, ha defendido el proyecto con el argumento de que deben ser los padres, y no los educadores, quienes aborden estos temas con sus hijos, y de ahí que el texto prohíba que dichos asuntos sean integrados en los planes de estudios oficiales elaborados por los distritos escolares.
El texto del proyecto permite además que los padres de familia entablen demandas contra las autoridades escolares, si es que sienten que estos límites han sido incumplidos.
Los demócratas habían intentado sin éxito durante la sesión del lunes en el pleno del Senado estatal modificar parte de la narrativa del proyecto, al considerar que era vaga y eclipsaba las discusiones sobre temas LGBTQ, además de querer introducir algunas protecciones a favor de este colectivo.
«Parece que en la política de hoy hemos ido por un camino en el que tenemos miedo de dar un paso adelante y de asegurarnos de no lastimar a las personas», dijo el lunes en el hemiciclo Shevrin «Shrev» Jones, demócrata, hijo de un pastor religioso y quien en 2018 se convirtió en el primer senador abiertamente gay en Florida.
La aprobación de este martes, con 22 votos a favor y 17 en contra, no supone gran sorpresa en vista de que el proyecto formaba parte de la agenda republicana para este periodo de sesiones, que concluirá este viernes, y contaba con el beneplácito de DeSantis, quien ya había saludado que la iniciativa protegiese a los alumnos menores de temas sensibles como estos.
«Queremos estar seguros de que los padres puedan enviar a sus hijos al jardín de infantes sin que se inyecten algunas de estas cosas en algunos de sus planes de estudios escolares», dijo DeSantis en una rueda de prensa el lunes.
Una ola de protestas se registraron en días recientes en la capital estatal, en Tallahassee, donde varios escolares y miembros de organizaciones a favor del colectivo LGBTQ pidieron el voto en contra de la medida, la cual fue criticada por el propio presidente de EE.UU., Joe Biden, quien expresó su preocupación por el impacto negativo que podría tener en los jóvenes.
Tras su aprobación este martes, la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo a la prensa que los pasos de Florida «son profundamente preocupantes», afirmó que se trata de un proyecto «de odio» y criticó que tiene una «naturaleza discriminatoria» contra los niños LGBTQ. EFE