Los colores rojo y negro, característicos del club Flamengo, predominan desde inicios de esta semana en la explanada de locales ubicados en Puerto Santa Ana. El ambiente de fiesta se encendió a pocas horas de que se dé el cotejo deportivo entre ese equipo y el Athletico Paranaense en el estadio Monumental Banco Pichincha, este sábado 29 de octubre.
Como ambos equipos son brasileños, la mayoría de aficionados que han llegado a Guayaquil provienen de Brasil, principalmente de Río de Janeiro, pero también de otras localidades de uno de los países más futboleros de Sudamérica como Curitiba, capital del estado de Paraná; Vitória, de Espíritu Santo y demás.
El espacio entre establecimientos frente al edificio Riverfront I se llenó este jueves 27 de octubre de banderas y de cientos de hinchas que saltaban al ritmo de las canciones del ‘Fla’ como llaman los aficionados al Flamengo, club que se ha coronado dos veces campeón de la Copa Libertadores de América y va por su tercer título.
La Arquibancada Incendeia se coreó entre los aficionados que llegaron a la ciudad. Algunos se situaron dentro de los más de 10 locales ubicados en la zona de restaurantes; otros, en cambio, formaron grupos y se instalaron en diferentes puntos con congeladores portátiles.
Los tambores retumbaron desde las 17:00, aproximadamente. Al menos diez personas lideraron la fiesta que se formó en este sector de la urbe. Ellos guiaban a los hinchas para gritar las canciones del equipo. Unas bengalas de color rojo se encendieron en varias ocasiones para ambientar el lugar y como señal para que más hinchas se acerquen.
Al pasar las horas, Puerto Santa Ana se repletó de aficionados que vestían la camiseta del ‘Fla’, algunos de ellos con pocas horas de haber arribado al país. Diogo y Caio Viana, por ejemplo, llegaron este jueves desde Vitória, capital del estado de Espírito Santo.
Ellos se alojarán hasta el domingo en los departamentos del sector junto a otras seis personas que viajaron para la final copera.
“Con pocas horas estamos felices en Guayaquil, la gente muy amable”, dijo uno de los turistas brasileños.