Quito, 7 feb (EFE).- Ecuador impulsa la conservación como eje del desarrollo turístico a través de la colocación de boyas de amarre en el islote Salango, en la provincia de Manabí, como parte del plan piloto para declarar las áreas protegidas libres de anclas.
El plan tiene como objetivo facilitar las actividades turísticas del sector y proteger los corales y organismos bentónicos, que son aquellos que habitan el fondo de los ecosistemas acuáticos como almejas, caracoles y cangrejos, al igual que aquellos que se adhieren a las rocas.
Las boyas evitarán que las embarcaciones arrojen sus anclas a las profundidades, destruyendo a su paso los arrecifes de coral, hogar de un sin número de especies marinas que son un atractivo turístico submarino, indicó este lunes el Ministerio de Ambiente.
Esto, genera fuentes de trabajo, seguridad y dinamiza el desarrollo sostenible de la provincia, añadió.
Los ministros del Ambiente, Agua y Transición Ecológica, y de Turismo, Gustavo Manrique y Niels Olsen respectivamente, colocaron las tres boyas de amarre iniciales.
Previo a la instalación de las boyas, las autoridades firmaron el acta de recepción de un total de doce boyas de amarre que fueron divididas en partes iguales entre las provincias de Manabí y Santa Elena: seis en el Parque Nacional Machalilla y seis en la Reserva Marina El Pelado.
«Es importante unirnos para establecer y mantener mecanismos que nos permitan coexistir armónicamente con el ambiente, pues este tipo de iniciativas impulsa otras actividades que dinamizan la economía local», dijo Manrique.
Y anotó que ONGs, sector público, privado, gobierno central y seccional «se han unido a través de esta iniciativa que aporta a la conservación de las especies marinas, genera empleo y mejora la seguridad.
El hecho marca -para Olsen- «un hito importante» pues «arranca el plan piloto para declarar las áreas protegidas del Ecuador libres de anclas».
«El turismo es un vehículo de conservación y desarrollo que debe tener un impacto positivo, pues si no hay corales, no hay turismo», puntualizó.
La acción fue posible gracias al trabajo conjunto entre ambos Ministerios y la Fundación Conservación Marina de Ecuador – CONMAR, cuyo equipo técnico desarrolló el diseño de las boyas y el sistema de amarre seleccionado, procedimientos funcionales y seguros para las embarcaciones y para la mitigación de impacto a los ecosistemas del fondo marino.
El mantenimiento de las boyas hasta el 2025 se realizará gracias al apoyo de Conservación Internacional.