Quito, 25 oct (EFE).- Las fuerzas de seguridad ecuatorianas han ejecutado 11.100 operativos en la provincia costera de Guayas, una de las más castigadas por la criminalidad, en la primera semana de estado de excepción declarado por el presidente, Guillermo Lasso.
Desde el pasado 19 de octubre y hasta este lunes 25, se han practicado concretamente 11.147 operativos, que incluye 70.665 registros a vehículos y 86.154 de ciudadanos, precisaron las autoridades provinciales en una comparecencia en Samborondón.
Estas operaciones han dejado un balance de 7 bandas desarticuladas, 220 detenidos por delitos, 544 motos retenidas, 49 armas de fuego requisadas, 1.647 municiones, 52 explosivos, 1012,9 gramos de droga incautada, además de tres drones.
«Hoy ratificamos nuestro total apoyo a los que se la juegan a diario en las calles. Nuestras gloriosas Fuerzas Armadas y valiente Policía Nacional trabajan por tu seguridad y tranquilidad en toda la provincia del Guayas», manifestó en la rueda de prensa el gobernador de la provincia, Pablo Arosemena.
Desarrollada en las instalaciones del servicio integrado de emergencias ECU911 y acompañado por mandos de la fuerza pública, Arosemena solicitó a la ciudadanía su apoyo y colaboración con los operativos: «También cuidar de los nuestros, para evitar caer en el vicio de la droga, que en muchas ocasiones es el punto de partida que daña el núcleo familiar y da paso al cometimiento de delitos».
Los operativos interinstitucionales entre la Policía Nacional y Fuerzas Armadas, Comisión de Tránsito del Ecuador y Autoridad de Tránsito Municipal, forman parte del Plan Rescate Ecuador impulsado por el presidente ecuatoriano.
Bajo el actual estado de excepción, que tuvo como cometido contrarrestar la delincuencia creciente en varias provincias del país, incluida Guayas, se desarrollan operaciones de control de armas, municiones y explosivos en «zonas calientes» identificadas previamente por los grupos de inteligencia de las instituciones involucradas.
El último y dramático caso que ha provocado conmoción social y especialmente en el mundo del deporte, ha sido el asesinato el viernes pasado en Guayaquil del atleta ecuatoriano Alex Quiñónez, finalista en los 200 metros en los Juegos Olímpicos de Londres 2012.