El asesinato de María Belén Bernal, estrangulada en una sede policial a manos de su marido, un teniente que se encuentra prófugo, apunta a convertirse en uno de los rostros más emblemáticos de la violencia de Ecuador, tras causar gran alarma en el país por las circunstancias del caso.
La población ecuatoriana amaneció este jueves 22 de septiembre todavía conmocionada tras confirmarse durante las últimas horas las peores sospechas, después de que Bernal desapareciera al visitar a su esposo, Germán Cáceres, en la Escuela Superior de Policía e hiciera saltar todas las alarmas.
Luego de más de una semana de intensa búsqueda, los restos de la abogada de 34 años fueron hallados el miércoles 21 de septiembre en un barranco cerca de la Escuela de Policía, en el norte de Quito, y la autopsia practicada posteriormente reveló que fue estrangulada, según detalló este jueves el comandante general de la Policía Nacional, Fausto Salinas.
«Sabemos que sucedió un hecho en el dormitorio (de Cáceres dentro de la Escuela Superior de Policía)», detalló Salinas en declaraciones a la emisora radial Centro.
«De ahí (Cáceres) derivó en la búsqueda de una coartada para deshacerse de la culpabilidad. Lo cual no ocurrió porque el trabajo de investigación, articulado con la Fiscalía, ha sido muy bueno y, con todas las pericias e indicios, el evento de la investigación está cerrado», sostuvo el jefe de la Policía ecuatoriana.