Quito, 6 abr (EFE).- La Policía de Ecuador informó este miércoles del decomiso de un fusil en la cárcel de la sureña ciudad andina de Cuenca, donde el pasado domingo un enfrentamiento entre presos dejó 20 reos fallecidos.
Los agentes encontraron el fusil oculto en una pared de ese centro carcelario, junto con una alimentadora y tres cartuchos.
La institución del orden presume que «esta arma de fuego de grueso calibre habría sido utilizada en este amotinamiento» de la cárcel, también conocida como la prisión de Turi.
Los casquetes de las municiones percutidas por este fusil fueron encontradas por las autoridades tras ingresar al centro penitenciario para recuperar el control tras la masacre perpetrada entre reclusos.
Esta no fue la única arma de fuego utilizada durante la matanza, pues en días anteriores la Policía también halló escondidos en tablones huecos de madera cuatro pistolas de distintos calibres como 9 milímetros, .38, .40 y .45.
La Policía indicó que mantendrá acciones operativas y preventivas con el fin de mantener el control al interior de la cárcel.
Y subrayó que «ejecuta intervenciones operativas y tácticas, respetando en todo momento los derechos humanos».
El pasado domingo, el ministro del Interior, Patricio Carrillo, dijo que en el enfrentamiento los presos usaron «material de guerra» como fusiles, además de otras armas de fuego y elementos cortopunzantes que estaban en su poder.
Según el funcionario, los enfrentamientos, que comenzaron durante la madrugada, ocurrieron entre miembros y disidentes de la organización delictiva conocida como «Los Lobos».
La noche del lunes, cinco cabecillas de esa organización acusados de participar en la masacre fueron trasladados a la cárcel de máxima seguridad del país, conocida como «La Roca», en la provincia costera del Guayas, ubicada en el suroeste del país.
El martes, las fuerzas del orden controlaron un motín en la prisión de la ciudad costera de Machala, también en el suroeste del país, así como conatos en las prisiones de las ciudades de Esmeraldas, en la costa norte; Latacunga y Santo Domingo, ambas en el centro.
Fulton Serrano, gobernador (delegado del Ejecutivo) de la provincia de El Oro, cuya capital es Machala, aseguró que «la situación fue controlada» pese a que los presos habían retenido a guardias carcelarios y personal de la prisión que, finalmente fue liberado.
La masacre de Cuenca fue el primer hecho violento de gran magnitud este año en el sistema carcelario ecuatoriano, que el año pasado fue declarado en emergencia después de que murieran 316 presos en una serie de masacres entre bandas rivales que se disputan el control interno de las cárceles.
Según un informe de Amnistía Internacional (AI), en febrero del año pasado 79 reos fueron asesinados en las cárceles, 119 en septiembre y 62 en noviembre, masacres atribuidas por el Gobierno a la disputa entre bandas del narcotráfico, que tendrían relación con carteles de la droga de Colombia y México.