Quito, 22 sep (EFE).- La organización indígena CONAIE recibió una invitación formal del Gobierno para establecer una mesa de diálogo a partir del 4 de octubre en la que se tratará de limar diferencias sobre las reformas que pretende el presidente Guillermo Lasso.
Así lo confirmó este miércoles a Efe una fuente de la organización que dijo que «ayer (martes) llamaron de la Presidencia para notificar la invitación» y hoy «nos acaban de comunicar que se ha recibido la notificación formal».
El diálogo ha sido confirmado también por el Secretario Nacional de Comunicación, Eduardo Bonilla.
Las negociaciones entre ambas partes se venía fraguando desde hace meses, si bien el movimiento indígena ponía condiciones que eran inaceptables para el Gobierno, entre ellas la de que se realizará de forma abierta con una delegación integrada con más de 100 representantes de las distintas nacionalidades y organizaciones.
Sin embargo, la fuente consultada ha asegurado que la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) se mantiene en sus exigencias de representación para todas las estructuras organizativas formales y también de cada uno de los pueblos y nacionalidades.
«Se va a mantener en las tres posturas: diálogo abierto, con medios de comunicación y con delegados que posibiliten la representación de la estructura de la organización pero también del espacio del Parlamento (indígena)», aseguró la fuente.
«Veamos si es que por parte del Gobierno existe esta apertura también», sostuvo.
Leonidas Iza, presidente de la organización, manifestó este martes en un programa local de la comunidad que a las negociaciones acudirán con «cuatro puntos» en los que la CONAIE ha venido insistiendo desde hace tiempo: «el incremento del precio de los combustibles, el tema de alivio a los créditos de las familias, el problema minero y el bajo precio de los productos de los campesinos».
Se trata de demandas que desde agosto han generado dos convocatorias nacionales de protesta, aunque de bajo perfil, en coordinación con sindicatos y otros grupos sociales.
La decisión de la plataforma ampliada de organizaciones indígenas es que de no obtener respuesta a las demandas se declararán en «movilización permanente», tan sólo dos años después de la ola de protestas que sacudió Ecuador en octubre de 2019.
Provocada entonces por la eliminación de los subsidios a las gasolinas, luego derogada, la revuelta causó la pérdida de al menos seis vidas, heridas a unas 1.500 personas y una pérdida de PIB de unos 800 millones de dólares.
En un conversatorio este martes con periodistas, Bonilla consideró que «no se dan las mismas circunstancias» que entonces, aunque puntualizó que el «Gobierno no subestima la voluntad de protesta».
Desde el Gobierno no se muestran demasiado optimistas sobre una salida negociada debido a que las demandas de la Conaie chocan frontalmente con el plan de reformas que será presentado este viernes a la Asamblea Nacional.
Bonilla reconoció que hay espacio para «flexibilizar» mediante el diálogo las propuestas de reforma planteadas en la llamada «Ley Creando Oportunidades», si bien el Gobierno «no va a permitir intereses políticos» personales ni va a «rebajar las metas que se ha fijado», porque la «gente votó por ese plan» y cualquier intento de derribarlo por la fuerza sería «un ataque a la institucionalidad».
Las reformas contienen por ejemplo una notoria ampliación del extractivismo minero y petrolero, a lo que se oponen los indígenas y ecologistas.