Quito, 20 abr (EFE).- Dos de cinco especies de ratones que habitan en los bosques nublados de Ecuador han sido identificadas con los nombres del ciclista Richard Carapaz y de la levantadora de pesas Neisi Dajomes, los dos últimos campeones olímpicos del país, con sendas medallas de oro ganadas en Tokio 2020.
«Chilomys carapazi» y «Chilomys neisi» son las dos nuevas especies de ratones descritas en una investigación, cuya denominación tiene una significación mayor porque, según los investigadores, son difíciles de capturar y fundamentales para alcanzar la armonía del ecosistema en los bosques nublados de los Andes ecuatorianos.
EN HONOR AL MÉRITO DEPORTIVO
Jorge Brito, uno de los investigadores, no reparó al afirmar, en declaraciones a Efe, que fue él quien propuso al grupo académico que dirigió el estudio que las nuevas especies de roedores descritas sean designadas con los nombres de Carapaz y Dajomes.
Recordó que en la reunión en la que se iban a bautizar las nuevas especies se dijo: «Nombremos especies dedicando a gente que ha tenido méritos deportivos, científicos, académicos y a gente que ha hecho mucho por conservar los bosques en Ecuador».
«De ahí nació la propuesta de dedicarle una especie a Richard Carapaz, con un pequeño roedor que habita en la reserva «Drácula» ubicada en la provincia andina de Carchi, de dónde el gran ciclista ecuatoriano es oriundo y conocido como la «Locomotora de Carchi», comentó Brito.
De la misma forma, la designación de otra de las especies descritas que habita en un pequeño bosque de la provincia costera de El Oro se la dedicó a la levantadora de pesas Neisi Dajomes, la primera mujer en alcanzar un oro olímpico para Ecuador.
MICROMAMÍFERO INVESTIGADO POR AÑOS
Brito recordó que las nuevas descripciones corresponden a un estudio que lleva once años a cargo de investigadores del Instituto Nacional de Biodiversidad (Inabío), de la Universidad Católica de Quito y del Museo de Historia Natural de Londres, entre otros.
El estudio descubrió que varias especies del ratón común «Chilomys instants», que habitan entre los 1.200 y 4.050 metros de altitud, tenían características únicas.
Los investigadores modificaron el diagnóstico del roedor genérico y agregaron varios rasgos «cráneo-dentales clave, como la procumbencia de los incisivos y la microdoncia», lo que permitía advertir que se trataban de especies distintas.
Este hallazgo desbordó la alegría de los biólogos que, empapados también del regocijo que supusieron las hazañas de Carapaz y Dajomes en los Juegos Olímpicos de Tokio, decidieron identificarlos con sus nombres.
Otras dos especies descritas corresponden al «Chilomys weksleri», en honor al investigador brasileño Marcelo Weksler, y «Chilomys percequilloi», por su compatriota Alexandre Percequillo, quienes han trabajado para fortalecer el conocimiento de mamíferos en el neotrópico suramericano.
También la especie «Chilomys georgeledecii», en honor al conservacionista italiano George Ledeci, en reconocimiento a su apoyo para mantener los bosques andinos.
RATÓN CLAVE PARA ARMONÍA DE BOSQUE NUBLADO
El ratón, además, es una especie sumamente importante en el ecosistema de los bosques, porque es una fuente de proteína para depredadores como lechuzas o gavilanes, y son diseminadores de semillas pequeñas, fundamentales en la vegetación de ciertos sectores montañosos.
Por ello, también los investigadores consideran que los ratones identificados como «Chilomys» probablemente tiene una diversidad adicional escondida en gran parte de los territorios de Colombia y Perú.
«Estas especies que acabamos de nombrar nos permiten dar fuerza para que estos bosques se mantengan» y resistan a las amenazas que supone la expansión de la minería y de la frontera agrícola, añadió el experto.
Él dijo estar seguro que el estudio permitirá también contribuir a que los ciudadanos comprendan sobre la importancia del equilibrio ecológico y de la necesaria armonía del ser humano con el ambiente.
Con ese objetivo, Brito aseguró que Carapaz y Dajomes darán un impulso en la concienciación para la protección de la naturaleza.