Columna de opinión de Francois Leens, Country Manager de VU en Ecuador
Junto con la incorporación de un vocabulario médico nuevo a partir de la pandemia por COVID-19, el 2020 trajo aparejado un boom de las compras online o e-commerce producto de la disminución o imposibilidad de circulación. Ante este escenario obligado, además de la gran cantidad de oportunidades que ofrece la digitalización del comercio, también se vio incrementado el peligro de su posible vulneración. Hablamos entonces de ciberdelitos, que toman diversas formas, como fraudes y estafas en cuentas bancarias, robo de claves de acceso a home banking o de datos de tarjetas de crédito. La Unidad Fiscal Especializada en Ciberdelincuencia (UFECI) afirma que en 2019 se denunciaron 22 delitos, pero en 2020 la cifra ascendió a 641, un incremento del 3000%.
Estos no son solo números, son el reflejo de una situación alarmante que debe ser combatida con un trabajo mancomunado entre el sector público y el privado en términos de tecnología y estrategias eficientes de ciberseguridad. Mientras los ciberatacantes actúan y cambian sus tácticas permanentemente a través del phishing, ransomware y malware, por solo mencionar algunas, es el momento para que las organizaciones les brinden mayor seguridad a los ciudadanos.
Para el año próximo se estima que la ciberdelincuencia se termine de ramificar en el Internet de las Cosas (IoT), esto es interconexión y transmisión de datos entre objetos cotidianos como celulares, tablets, televisores, autos, computadoras e Internet. Estos aparatos eléctricos, electrónicos y los dispositivos digitales con los que convivimos tienen circuitos y sensores que les permiten ejecutar programas, recolectar y compartir datos con la Internet sin la intervención de personas. Por esto es muy importante estar atentos en nuestras prácticas a cuestiones como, por ejemplo, la seguridad de las redes de WiFi que vayamos a utilizar, ya que, si los ciberdelincuentes encuentran vulnerabilidades en alguno de los aparatos conectados, pueden acceder en forma remota a la red y robar datos e información personal.
Situación en Ecuador
A partir del informe que realizamos desde VU titulado “La Madurez de la Ciberseguridad en América Latina” (2021), basado en un estudio previo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Ecuador aún no cuenta una estrategia de seguridad cibernética consolidada, pero sí ha logrado hacer avances significativos en el enfrentamiento de amenazas. Esto se debe en gran parte al establecimiento de EcuCERT (Agencia de Regulación y Control de las Telecomunicaciones), que forma parte del CSIRT Américas (Equipo de Respuesta ante incidentes de seguridad Informática), para brindar a su comunidad objetivo el apoyo en la prevención y resolución de incidentes de seguridad informática, a través de la coordinación, sensibilización y soporte técnico.